Viendo el jefe que aquél irlandés quería quedarse a vivir allí, le ofreció la mano de la mayor de sus tres hijas con las que debía casarse, ya que el irlandés venía de la nobleza y ella estaba en la edad de contraer matrimonio. El joven, gustoso aceptó, y vió a la primera hija: ¡una belleza escocesa jamás vista! luego la segunda, aún más guapa, y por último, Molly: la más guapa de todas.
Pero el destino hizo que el joven apuesto cayese enamorado de la pequeña Molly en un amor correspondido.
El padre, al saber de este suceso continuado a hurtadillas, pidió explicaciones al irlandés y, tras una larga discusión, el joven irlandés dijo:
-Volveré a Irlanda a traeros a otros dos apuestos caballeros que sean digno de la belleza de tus hijas, para que mi amor por Molly no deba ser llevado a secretas.
El padre accedió y el joven marchó.
Pasaron los días, los meses y los años y el joven apuesto no volvía. Las tres hermanas empezaron a envejecer y blancos sus cabellos se volvieron. Su padre, muy viejo, fue a ver a un hechicero que adivinase sobre el paradero de aquél joven irlandés, y éste le dijo que él había muerto por una saeta en su país en una trifulca.
Viendo marchito su legado y su esplendor le pidió un favor al hechicero:
- Haz que la belleza y la gloria de mis hijas luzcan imponentes en estas tierras, para que Molly y sus hermanas vean en otra vida, el regreso de sus caballeros.
Y así hizo. Muerto el jefe y las hijas, el hechicero formuló unas palabras mágicas y las hijas se convirtieron en montañas. Las Tres Hermanas, que alzadas y hermosas sobre las verdes praderas, esperan inmortales, el regreso de sus amados.
Al principio dices que tiene 5 hijas xDD
ResponderEliminaray que ver, qué mala suerte que se muriese el irlandé!