martes, 24 de marzo de 2015

Hoy me he acorado de San Felipe.

Es de lo peor que puedes encontrar en una persona. El orgullo en exceso. La soberbia apesta. Hoy y siempre.

No se trata de ser tan modesto que des largas cuando te pregunten si sabes atarte los zapatos, pero joder, tampoco se trata de saberlo todo cuando nadie sabe nada. No se trata de pretender y aparentar sin demostrar. Se trata de ser honestos, ser educados, saber escuchar, callar y empatizar.

Uno de mis problemas fue precisamente ser demasiado honesto y modesto. Tanto, que me infravaloraba a mí mismo más de lo que debería. Y a veces sigo pecando de éso. Supongo que todo esto viene de San Felipe Neri. De los grupos de pijos vanidosos con actitudes egoístas que quieras o no, terminan marcando.

Había un tipo, Javier Beltrán, quien era competitivo a más no poder. Y aparentar, y ser el mejor. Y estar por encima de ti. Qué pesadilla de tío. Además creía tener gracia y no. Y Nacho, que iba de "yo sólo me lo he estudiado en un día" y recuerdo como cinco minutos más tarde se le escapó, llevándose las manos a la boca, que llevaba semana y media estudiando para el examen.

Nunca entenderé esa manía de buscar la seguridad de uno mismo apoyándose sobre los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario