Me duele la tierra que piso.
Me duele porque me sacude por dentro y por fuera, fachada y
alambres.
Cuando la gente habla en idioma que no conoces y a ti te
cuesta pronunciar y vocalizar en tuyo materno es cuando el agua te sube por las
rodillas y no puedes verte los pies. Y hace frío.
Cuando piensas que lo que tocas no es real, porque nadie lo
ve real.
Cuando miras de maneras olvidadas que ni siquiera existen y todos los
demás miran de la misma única manera.
Cuando el Sol no calienta y las nubes son tan trasparentes
como opacas.
Cuando todo esto ocurre, la garza se posa en el naranjo.
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