Maga se levanta y se arregla la mantilla púrpura con bordados dorados que lleva sobre los hombros. Se arregla la melena y levanta los brazos e inclina la cabeza, manteniendo los ojos bien abiertos, delineados.
Después de pedir silencio, éste se hace. Maga lo sabe. El grupo espera a que levante las cartas que tiene repartidas sobre el tapete. Pronto el silencio deja paso al crujir de las ramitas en el fuego cálido de la noche. Levanta un naipe y se desvela una figura colgada de un tobillo. Mira al mediano.
"Ahora lo incierto te toca a ti"
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