martes, 24 de agosto de 2010

Hellboy. La Leyenda de la Llorona. (Fanfiction)

Asturias, España. 1950.

- Verás Hellboy, corren tiempos difíciles en este país, y este pueblo necesita tu ayuda en estos años tan oscuros. Corren los rumores de que algo malo ocurre en el bosque.
- ¿Alguna bestia o vampiro?
- No exactamente. Verás. Se trata de la Llorona...

"Cuenta la leyenda que una bella Xana vivía tranquíla en un manantial en lo alto del bosque. La Xana cantaba y se peinaba su dorada melena con un peine dorado, y todos los años, bajaba en la noche de San Juan para ganarse el corazón de algún hombre descuidado.


Hace cinco años, soldados del régimen interrumpieron nuestra celebración de la noche de San Juan. La Xana sintió que aquellos extraños se iban a aprovechar de la buena gente del lugar y escapó con su amado a lo más profundo del bosque.


Cuando los soldados vieron que faltaba el enamorado, hicieron una partida de búsqueda para matarlo, alegándo las prácticas de brujería que iba a usar contra el dictador.


En lo profundo del bosque, cuando los enamorados estaban escondidos, los soldados le llamaron por su nombre y confundieron al joven. El joven, creyendo que serían sus compañeros, se encontró a los soldados que sin más le fusilaron.


La Xana, dolida, salió a su encuentro y hállose con los soldados. El capitán de la partida la agarró y la violó. Antes de ser fusilada, la Xana desató su ira enloqueciendo y deformándose, y llamando a su odiado custodiador la Culébre, acabaron con los soldados del régimen. 

Pero ya era demasiado tarde. Aquella Xana ya sólo sollozaba de dolor para siempre y desde entonces no distingue amigo de enemigo, y su Culébre ataca a vecinos y ganado."

-Hellboy, eres el único que puede detenerla.
- Ya veo...
- Antes de que te marches... ¿Nos ayudarás a esta pobre anciana y a su pueblo del régimen? El pueblo se muere de hambre...
- Hablaré con mis superiores...




En lo más profundo del Bosque se encendió el penúltimo cigarrillo.

- Veamos, la vieja dijo que "el llanto de la Llorona..." ¿Cómo diablos era? Ehm... "En el bosque profundo, ya no sale agua del manantial moribundo, sólo reptan llantos y lágrimas, ahora iracundos..."

En ése momento los búhos y aves nocturnas levantaron el vuelo. Empezó a ulular el viento. y la maleza comenzó a moverse.

- ¡Qué cojones... ! Si no hace viento... Espera. Ese sonido no es del aire...

Casi al instante el sollozo se detuvo, y en la oscuridad de la noche, lo único que rasgaba el silencio eran el crujir de las ramas y arbustos. Sacando el revólver de la funda, y elevando la antorcha para ver mejor, vociferó:

-Sal de donde quiera que estés, ¡niñata del infierno!

Alrededor del hombre rojo en la noche azul, el llanto se oía bastante claro, pero no parecía tener un origen exacto.

- No me hagas perder el tiempo.

Avanzó unos pasos hacia delante y otros hacia los lados, dibujando figuras inconclusas de fuego en la noche. Y supo que estaba realmente cerca, y que vendría acompañada.

Entonces, la Llorona, gritó.

Gritó tan agudo que le pitaron los oídos al grandullón, que llevándose las manos a las orejas, no vió llegar a la Xana  por un lateral, con las zarpas podridas extendidas.

Hellboy cayó de lado, y el arañazo le sesgó gabardina y piel, brotándole una hilera de sangre que manchaba su ropa. Con la mano de piedra, envió un derechazo a la cara de la Llorona que salió despedida hacia atrás, ahogando un aullido.

-¡Blegh! ¿Qué diantres es esto? ¿Lágrim..? ¡Ahh!


 Un cuerpo alargado y serpenteante agarró a Hellboy por la cintura y lo lanzó contra los árboles, rompiendo algunas ramas con un sonido sordo. Allí estaba la Culébre, pero no podía verla. Entre un golpe y otro, la antorcha había salido volando y ahora estaba apagada.  Hellboy se llevó la Mano del Destino manchada a la nariz y un fuerte olor familiar le sacudió las ideas. Pero la Culébre estaba atacando de nuevo...

- No veo una mierda...

El cuerpo del reptil volvió a rodear al muchacho, y de la cabeza de la bestia relucieron todos los dientes, directos hacia el torso de Hellboy, que con mucha suerte fueron a dar en el otro costado.

- Hijo de...


Con las dos manos le abrió las fauces al animal, y con una rama sorprendió a la bestia inmovilizándole las fauces.


El animal retrocedió varios metros, confuso y desorientado, y la Llorona  fue en su auxilio.


- Joder, con las víboras estas... -aprovechó la situacióny se dispuso a tantear objetos en sus bolsillos. Una vez listo, sonrió-. ¡Eh! ¡Venid aquí, tengo un remedio rural para vuestras lágrimas iracundas!


Cortada la rama, la Llorona y la Culébre le miraron, aullaron y se lanzaron a por él. la Llorona, más veloz se dispuso ante la Culebra, con las zarpas encendidas y los ojos inyectados en lágrimas.


TCHASSSSS...


Un rayo de fuego salió de una cerilla y fue a inundar la Mano del Destino en llamas.
Sin más, lanzó un derechazo con esa mano de piedra roja, ahora incandescente, y agarró a la Llorona  por la mollera.


BLAM!

un segundo estallido de fuego, contagiada de lágrimas negras a toda una cara sollozante, que prendió como madera seca en verano.


Tanto estallido de luz momentáneo cegó tanto a Hellboy como a la Culébre, pero para la Culébre era demasiado tarde, no podía parar, y estaba tan pegado a la Llorona, que  justo después del estallido blanco de luz, un resplandor rojo de humeantes brasas vivas asomaban por la garganta de la Culébre, zanjada por la derecha de Hellboy, algo exaltado, ante tales hechos.


Con un movimiento de mano,  se deshizo del cadáver carbonizado de la serpiente, y  con otro, lanzó el cuerpo quemado de la Llorona.






Arréglose la ropa, y con el último nuevo cigarro en boca emprendió, sangrando, el camino de regreso al pueblo.


FIN

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